
AUTOR: DENIS GANCEL
TIEMPO DE LECTURA: 3 MINUTOS
Hace unas semanas, junto con Édouard Rencker, lanzamos No More Blues, una iniciativa anti-blues que invita a los músicos de jazz de la industria de la comunicación a participar en audiciones el domingo 9 de enero para dos conciertos en Sunset Sunside los días 8 y 9 de marzo, con el patrocinio de Stratégies.
El día de la audición, con todo lo relacionado a Covid haciendo estragos, Édouard y yo temíamos tener que conformarnos con un “a cuatro manos”, lo que habría sido agradable, pero un poco demasiado bluesero. Afortunadamente, a la hora convenida, uno a uno, algunos de nuestros compañeros “com músicos” fueron apareciendo para tocar.
Esto era exactamente lo que secretamente esperábamos: que detrás de los conocidos títulos profesionales —director de relaciones públicas, project manager, account manager, sales manager, purchasing manager, consultor (términos tabú en el Sunside)— se escondiera una multitud de talentos desconocidos. Con ojos tan brillantes como el metal de un saxo, todos estos músicos de No More Blues poseían, sin duda, experiencia en comunicación, pero había algo más… Todos habían seguido, evidentemente, el consejo de Michel de Montaigne:
“El hombre debe reservar un pequeño espacio interior donde pueda ser él mismo sin reservas. Solo en la soledad puede conocer la verdadera libertad”.
Cada vez son más las empresas que animan a sus empleados a dedicarse a actividades artísticas. Société Générale es un ejemplo en este sentido. Hay que haber vivido la experiencia de “Playing for Philarmonie de Paris”* para apreciar realmente el impacto de una política de este tipo: un dinamismo increíble, personas que se escuchan unas a otras, respeto, musicalidad, compromiso y rigor… Al ver a los grupos en el Sunside, Édouard y yo sentimos esa misma energía positiva.
Tanto en la Philarmonie como en el Sunside, el público se hacía las mismas preguntas: ¿Cómo lo hacen? ¿De dónde sacan el tiempo? ¿Y tienen (de verdad) un trabajo? Preguntas todas ellas válidas en un entorno laboral hipnotizado por la mentalidad del “vamos a centrarnos”. La era actual se centra únicamente en la expertise. Existe la voluntad de eliminar cualquier “actividad paralela”. Trabajo o evasión. No se pueden hacer ambas cosas… No es de extrañar que las empresas busquen un significado cuando los empleados no tienen más remedio que seguir la fría y árida estrella polar de la eficiencia, sin un minuto para explorar otras direcciones.
En un momento en que la racionalidad y los datos invaden todos los aspectos de la comunicación, debemos asegurarnos de preservar los valores y la singularidad de nuestras profesiones: la curiosidad, el amor por las artes y los artistas, la permeabilidad entre los intereses personales y la vida profesional. ¿Acaso no hemos vuelto todos alguna vez de una comida con un cliente para decir a nuestros impacientes equipos: “No hemos hablado de trabajo, hemos hablado de otra cosa”? Si los creativos y los consultores supieran hasta qué punto compartir con confianza esa “otra cosa” puede ampliar y desarrollar una relación… El valor profesional nunca se limitará únicamente a la expertise en nuestro campo. Siempre será necesario añadir una pizca de lo personal, rico y cultivado. Por supuesto, esto puede ser una tarea que dure toda la vida. Pero los clientes y los partners no tienen prisa. Siempre se sentirán más conmovidos por la fuerza de la sensibilidad, el corazón y el alma que por los avances en el cumplimiento de los KPIs.
Asegurémonos de que nuestras organizaciones fomenten todas esas actividades extracurriculares: aprender a tocar un instrumento, visitar exposiciones, hacer fotografías, devorar libros, dedicarse a la pintura, participar en una asociación… Cualesquiera que sean. Estos caminos paralelos son una parte integrante de nuestra función de comunicación y deberían ocupar un lugar destacado en las evaluaciones anuales (estamos en esa época del año).
Los días 8 y 9 de marzo, ven a apoyar a los talentos de “No More Blues” en el Sunside, que este año celebra 40 años de jazz en París. No te perderás; al entrar, sigue recto, deja el bar a tu izquierda y nos encontrarás. El escenario estará iluminado y el concierto será increíble… ¡todo al fondo de esa pequeña trastienda!

Más reflexiones
-
Más información
Razones por las que la IA debería considerarse un aliado para el progreso con un enfoque humano
Thom Newton – LDN
-
Más información
El design thinking como herramienta para construir marcas
Jonathan Finer – MEX
-
Más información
La necesidad de soluciones colectivas en tiempos difíciles
Charlie Skinner – LDN